sábado, 21 de noviembre de 2009

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Mi querida Helena:
Estoy emocionada, acaba de venir el cartero con una sola carta...al mirar el remitente he reconocido tu letra y el corazón me ha dado un vuelco. Cuando se ha ido, no he podido evitar un segundo mirando el sobre, tenia miedo de abrirla, la tocaba y sentia que habia un papel muy fino así que no podía ser muy larga. Lo primero que pensé es, me va a decir que la deje en paz, pero conociendote a pesar de la distancia de estos años, me parecia dificil, más bien seria una gran bronca por haberte olvidado y volver ahora como si nada hubiese pasado.... Asi que por fin con aquellas dos opociones, me decidí a ver que ocurria, siempre has sido una mujer muy especial asi que me quedé con eso. Abrí el sobre y dentro habia una pequeña cuartilla de color beige con una pequeña flor en el lateral derecho, estaba vacia, ni una sola letra...después de la sorpresa me empecé a reir como una loca, era la carta digna de tí, estabas enfadada, pero querias seguir averiguando que habia sido de mi vida, Asi que aqui estoy mi amada amiga dispuesta ahora más que nunca a abrirte el corazón.

En mi última carta creo que me quedé dias antes de volar a Buenos Aires, Emilio seguia triste, enfadado, raro a la menor ocasión hacia algun comentario nefasto de la ciudad, los coches circulaban como locos, las autopìstas eran de tierra, de los colegios no habia uno bueno, las niñas iban con unas minifaldas espectaculares y fumando y saltandose las clases a todas horas, no se podia cruzar las carreteras porque nadie respetaba los pasos de cebra, en fin un caos. Los supermercados estaban vacios, vamos que casi me describica un pais despues de haber pasado una guerra.

Yo le preguntaba y las librerias ? me han dicho que hay miles y que abren por la noche, el decia que no sabia porque no habia tenido tiempo de ir a ninguna. A otro improperio suyo yo le decia si pero tiene una vida cultural impresionante, miles de teatros, funciones muy buenas...y el contestaba yo he estado trabajando todo el dia allí se trabaja 20 horas asi que de todo eso no puedo decirte nada...y asi por fin llegó el dia de irnos.

Se me partió el alma al cerrar mi casa, sabia que nunca volveria a ella, dejaba mi barrio, mis amigos, mis tiendas, mis iglesias que todos los domingos me despertaban con sus campanas, mis cigueñas recordándome la primavera, mi coche, que mi padre me dejó al morir, dejaba una vida para ir según Emilio al infierno, pero no lloré mucho, por Pablo, yo sabia que él en su corta edad sentia lo mismo, tuvo que dejar todos sus juguetes, sus cuentos, llevabamos lo justo claro por el peso en el avión, así que creo que hice la mejor representación de mi vida..

Para acortar un poco, la próxima carta comenzara con mi llegada al aeropuerto de Ezeiza y las primeras imágenes de una ciudad a la que amé y amo tanto como a Madrid.

Un beso mi querida amiga.

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